Waldorf

Deconstruir aquello que ya funciona es una excelente manera de crear.

Así que cuando escucho eso de la hoja en blanco, que no tengo creatividad, que el lado izquierdo del cerebro es el jefe, no lo concibo.

Nein.

En esta, la era de la información podemos inspirarnos en t-o-d-o, traerlo a nuestra área y probar distintos ángulos.

Veamos un ejemplo.

Deconstruiremos la metodología Waldorf para crear un infoproducto eficaz, en este caso, un curso.

Hace tiempo, luego de la segunda guerra mundial, un empresario alemán, y director de la fábrica de cigarrillos Waldorf-Astoria, quería educar mejor a los hijos de sus trabajadores. No le convencía del todo la educación tradicional de la época.

Así que se acercó a Rudolf Steiner, un multipotencial de esos tiempos, y le pidió crear una metodología de enseñanza diferente, una donde los estudiantes se desarrollaran holísticamente.

Funcionó. Actualmente existen miles de colegios con esta metodología, y es fácilmente aplicable a tu curso.

¿Cómo? Te contaré 5 formas:

1. Si traemos el concepto “holístico”, entonces el contenido llega a la mente. Si conecta con ellos, tocará sus emociones, y si incluyes ejercicios prácticos, entonces se pondrán manos a la obra.

2. Cada uno tiene su manera de aprender. Probar distintos formatos te ayudará a tener una experiencia de aprendizaje 360: audio, video, imagen, texto, gráficos.

3. Deja claro que cada quien es responsable de su aprendizaje, claro, acompáñalos.

4. No es de extrañar que muchos cursos incluyan un módulo de “mentalidad”. Muchas veces no es una receta secreta lo que necesitan, sino romper paradigmas. Así que fomenta la introspección.

5. Albert Einstein dijo, “Si quieres que tu hijo sea inteligente, cuéntale cuentos. Si quieres que sea más inteligente, cuéntale más cuentos”, entonces, añade historias, tuyas o de otros, hazlo divertido.

¿Lo tenías en el radar? Podemos deconstruir un montón de cosas y crear otras.

Para echarte una mano con la escritura de tu curso, responde este correo.

(No precisas tener una fábrica de cigarrillos).

Adriana Waldorf 🙂