Se hizo la luz
Durante la presidencia del presidente número 23 de Estados Unidos, Benjamin Harrison, se introdujo la iluminación eléctrica en la Casa Blanca, en 1891.
El sistema fue instalado por la empresa de Thomas Edison. En ese momento, la electricidad era una tecnología muy nueva y generaba desconfianza incluso entre personas educadas.
Así que cuando «se hizo la luz», el presidente y su esposa tenían miedo de apagar el interruptor de la luz por temor a electrocutarse.
Es demasiado sencillo para nosotros ahora: apagar/encender.
Para ellos no, les costaba. Entonces le dejaron el manejo de las luces eléctricas al personal doméstico. Cuando el personal no estaba disponible, dormían con las luces encendidas o usaban velas y lámparas de gas, como habían hecho antes.
Imagina, volver atrás solo por no saber usar lo nuevo.
Algo similar pasó cuando se hicieron populares las computadoras personales en los años 70 y 80. Las personas mostraron temor por considerarlas máquinas demasiado complejas o por miedo a «romperlas».
Craig Brod, psiquiatra, definió esto como «tecnoestrés», término que describe la ansiedad provocada por la incapacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías informáticas.
En ambas situaciones, tanto con la electricidad como con las computadoras, pasó lo mismo: se sintieron intimidados por la tecnología.
Y hoy, con la formación, ocurre algo similar.
Información nueva en exceso → infoestrés.
Al recibir tantos conceptos nuevos de golpe, se sienten intimidados y no hacen nada con lo que recibieron.
Desastroso, porque si están paralizados o confundidos, no puedes obtener el feedback necesario para refinar tu producto.
Feedback para saber si comprendieron o si está sencilla la implementación. Si no te dan feedback, la información era demasiado intimidante.
Entonces no se trata de cuánto sabes, sino de cuánto pueden digerir.
La mejor información del mundo no sirve de nada si es excesiva y los deja paralizados como Harrison frente al interruptor.
El verdadero reto es lograr que la gente quiera encender la luz por sí misma.
Luego te mostraré una forma de hacerlo más fácil.
Adriana Edison 🙂