No quieren ayuda, quieren atención
Ayer recibí un mensaje de una amiga…
“Quiero iniciar a compartir contenido en YouTube e Instagram. ¿Qué piensas? Voy a hablar de X y Y, no tengo nicho específico. Tú que sabes de esas cosas, dime. Y gracias”.
Más tarde, como aún no decía nada, me envió un sticker de follow-up.
No sabía qué decirle. Estaba impactada.
No porque quisiera comenzar a hacer eso.
No porque me hubiera considerado a mí para opinar.
Sino porque hace tres años recibí el mismo mensaje.
De ella.
“Mira, quiero empezar a hacer esto y lo otro. Ya me han dicho varios que me atreva. Tú que sabes de esas cosas, dime…”.
En ese momento, respondí yo encantada de la vida.
Porque quiso comenzar.
Porque me eligió para opinar.
¿Y qué hice?
Le di una hoja de ruta, prácticamente.
Le hablé de “marca personal” y de lo que implica trabajarla en internet.
Le dije por dónde comenzar, qué hacer luego, cómo medir.
Hasta me ofrecí a ayudar con la producción de los videos.
TODO eso, gratis.
Yo trabajaba en una agencia, así que estaba acostumbrada a clientes, tenía herramientas… y ganas de ayudar. Estaba emocionada.
Siempre es un placer que alguien se una a las filas del mundillo digital.
Pasó un tiempo… y fui yo la que hizo follow-up.
¿Qué me dijo?
Que estaba ocupada.
Pero que sí quería comenzar.
Pasaron tres años.
¿Y qué pasó?
Nada.
Hasta el domingo, cuando llegó el mismo mensaje como un déjà vu.
Le pedí una ayudita al Chat, claro que yes.
Conté la situación, y pregunté: “¿Cómo respondería X personaje a eso?”
Acá la respuesta:
“Ya te dije lo que tenías que hacer hace tres años.
No lo hiciste.
¿Por qué debería perder el tiempo diciéndotelo otra vez?
Lo que tú quieres no es consejo.
Lo que quieres es atención.
Cuando de verdad quieras hacerlo, no vas a preguntarme.
Vas a empezar.”
Si eso te parece fuerte… hasta yo salí regañada:
“X personaje a ti te diría esto:
¿De verdad quieres ayudarla? Déjala sola.
Si alguna vez se pone seria, volverá con resultados, no con preguntas.”
Me impactó tanto que me impactó el impacto.
Un meta impacto, como quien dice.
Y esto me confirmó algo que ya sabía:
No se valora lo gratis.
O como dice un dicho que me hace gracia:
“Lo que no nos cuesta (en este caso, consejos)… hagámoslo fiesta.”
Siempre habrá alguien que te pida ayuda, sin querer realmente cambiar.
Adriana Regañada Valorada 🙂