La fórmula de manzana
No sé si has visto Manzana y Cebollín, de Cartoon Network.
Es MUY buena.
Los personajes son alimentos, y es muy gracioso ver cómo en ocasiones la personalidad de cada uno está ligada a lo que representan. Por ejemplo, Whey Protein es un tipo musculoso, porque, ajá, quienes van al gimnasio toman Whey Protein.
Bueno, hay un capítulo en el que Bola de Papa, una estrella de cine, busca un compañero para su nueva película “Amigos Policías”. El único requisito: ser naturalmente gracioso.
Mientras comen (sí, los alimentos comen), se dan cuenta de que Manzana es un personaje muy gracioso. Así que lo invitan al casting y le dicen: “Lleva tu fórmula graciosa”.
Manzana y Cebollín se ponen a analizar qué es lo que hace que Manzana sea gracioso. Deconstruyen su humor, crean una “fórmula” y prueban 4 versiones distintas.
¿El resultado?
Todo sale mal. Manzana termina ofendiendo a la gente al punto de que lo encarcelan. Su humor se ve forzado.
Al final, se da cuenta de que no puede ser “naturalmente gracioso” con una fórmula. Su humor era mejor cuando no pensaba en ello y lo hacía con espontaneidad.
Esto me recordó a un experto (con más de diez años de experiencia) que decidió grabar un curso siguiendo una fórmula tan estricta, que se veía tenso y robótico.
Leía de un teleprompter, y tenía menos gracia que una reunión de tres horas, en serio parecía un avatar creado con IA.
Él era consciente de esto, pero como esta fórmula le había funcionado a otro, prefirió lanzar así.
Los primeros reviews no se hicieron esperar, no fueron tan buenos.
No sé él, pero yo me quedo con que pudo ser mejor: dejando de lado la fórmula, soltando el guion, explicándolo como a un amigo, y así…
Era un buen tema y pudo ser una mejor formación.
Pudo ser mejor.
Lo que funciona para unos, puede no funcionarte a ti.
Así que miremos tu caso particular y veamos cómo podemos hacerlo mejor.
Adriana y Cebollín 🙂