Quiero una Hoover Max Extract PressurePro, modelo 60
Esa es la clave para que Ed, de Best Quality Vacuum, Sales & Service, brinde el servicio de desaparición.
Ojo: va con spoiler de la película El Camino, si no la has visto, cuidadito.
El costo de este servicio (que incluye una nueva identidad, mudanza a otro estado y hasta provisiones por un tiempo) es de 125 mil dólares. Eso fue lo que pagaron Saul Goodman y Walter White.
Jesse Pinkman estuvo a punto de pagarlo también, pero en ese momento se echó atrás.
Tiempo después, ya sin salida, vuelve a necesitar el servicio.
Esta vez en serio.
Se acerca a Best Quality Vacuum, repite el santo y seña: “Quiero una Hoover Max Extract PressurePro, modelo 60.”
Y después de unas palabras, le entrega a Ed los 125 mil dólares.
El hombre, Ed, ni se inmuta.
Le responde: “Me debías 125 mil de la vez que te echaste atrás. Ahora son esos más otros 125 mil por el servicio de hoy. Total: 250 mil.”
Jesse acepta, sabe que es justo.
Comienza a contar el resto y descubre que le faltan 1,800 dólares.
Ed le devuelve todo.
O son 250 mil dólares exactos, o no hay trato.
Jesse intenta apelar a la compasión: que lo habían tenido encerrado, que ni siquiera sabía en qué mes estaba, que le hicieron de todo.
Ed, impasible, le dice: “Si crees que puedes conmover a alguien, inténtalo con la policía.”
Jesse lo amenaza, y Ed simplemente marca al 911.
Al fin, Jesse entiende, si quiere desaparecer, debe conseguir hasta el último centavo.
Y luego ocurre lo que ocurre. Va tras la gente que tenía el dinero, en un tiroteo final, hasta que logra reunirlo todo.
Cuando vi esta escena, me impresionó mucho.
Porque es una lección de marketing espectacular.
Ed se mantiene inamovible:
– No cede a las súplicas.
– No se deja manipular por la historia triste.
– Ni siquiera responde a la amenaza.
– Y de paso llama a la policía para dejar claro que él manda en su negocio.
Así que, como Ed, tu precio es tu precio.
Tú sabes el valor que entregas.
Puede haber un Jesse con todas las excusas y tragedias del mundo, pero Ed sabe que “desaparecer” no es cosa sencilla.
Parece exagerado rechazar 248,200 dólares por faltar apenas 1,800. Pero eso es integridad.
Ed no se rebaja, ni se acomoda.
Por eso le devuelve el dinero entero. El trato es lo que es o chao.
En tu caso, vendes transformación a través de tu conocimiento. O lo que sería, hacer desaparecer problemas y dolores con una formación bien diseñada.
Así que recuerda a Ed:
– Si tu servicio está bien diseñado, no lo abarates.
– Si tu producto entrega resultados, no lo regales.
– Si tu experiencia tiene un valor, defiéndela.
Ya bastante con la devaluación de la moneda, como para que también devalúes tu trabajo.
Al final, tu propuesta no es para todo el mundo.
Es para quien entiende que la transformación real cuesta.
El trato es lo que es o chao.
Adriana Sales & Service 🙂