La "GRAN SORPRESA"
Hay un episodio de The Office en el que están escogiendo un seguro médico…
La cosa se pone tensa, así que Michael Scott promete que al final del día anunciará una GRAN SORPRESA.
“Intentó” buscar una experiencia divertida (y gratis), pero no encontró.
Así que llega a la oficina con unos helados y sonríe como si esa fuera la solución a todos los problemas.
Lo miran, y alguien dice: «Esperamos que esta no sea la sorpresa…».
Termina el horario laboral, la gente le pregunta por la gran revelación, y después de un larguísimo redoble de tambores… no anuncia nada.
No tiene nada.
La gente se va, ya lo conocen, saben que solo fueron palabras al aire.
Esto me recordó a un ebook que compré hace tiempo, era sobre Instagram. En aquella época, trabajaba yo en una agencia y quería entender cómo funcionaba la plataforma.
¿Sabes qué recuerdo del ebook?
El tamaño de la fuente.
Era una fuente serif de 20 y tantos píxeles de tamaño. Asumo que para que fuesen muchas páginas. Páginas que fueron 90% autobombo y 10% conceptos básicos de marketing más rayados que el disco de Chayanne de mi tía.
Como este hay muchos infoproductos prometiendo una gran sorpresa: “el método definitivo para…”, “logra XYZ en 36 minutos”, y así.
Cuando lo abres, es solo aire para rellenar, como las papas Lay’s.
¿Consecuencia? Lo mismo que con los empleados de Dunder Mifflin, pensamos «¿Eso es todo?».
Un buen infoproducto NO se construye a base de promesas al estilo Michael Scott, métodos definitivos, ni relleno del tipo más páginas = más valor.
Sí se construye con conexión, humor, respuestas a problemas y otras cosillas. Pero tranqui, que tampoco es pelo de unicornio y escama de dragón. Para eso te ayudo, y te digo más acá.
(Y sin redobles de tambor, o sí).
Adriana Halpert 🙂